domingo, 14 de junio de 2009

hola

El sábado a la noche Leti me invitó a espiar por adelantado el trailer de Luisina. Me pareció que Tangram era un nombre buenísimo y que lo próximo nominable que tuviera debería de llamarse así: Tangram. El recuerdo que tenía de ese juego eran unas piezas de madera que mi hermana no quería prestarme y unas actividades en horas de matemática. El Tangram está compuesto por 7 piezas, con la combinación de las mismas se arma una figura.
Me dediqué a coser desde chiquita, muy revoltosamente, al costado de una abuela experta en corte y confección que me daba medias para zurcir con la condición de que la dejara terminar las labores. Ya de grande me dispuse a hacer pequeños objetos en tela, siempre a mano, con retazos que fui consiguiendo. Algunos de las bolsas que tiraba Angelita a la calle, con retales de vestidos de los setenta, bellezas desguazadas, otros que fui hurtando de costureros y rincones de casas amigas. Por más chiquitos que fueran me iban a servir para algo. Me animo a pensar que en cierto sentido los objetos que voy haciendo son en cierta medida, cada uno, un Tangram nuevo, una nueva forma de aristas y vértices hilvanados.
Ahora estoy contenta tengo una idea, hago un Tangram de verdad :)

1 comentario:

Luisina Pozzo Ardizzi dijo...

Hola alfon!!!
que alegria saber y ver que una partecita de lo que uno hace con amor, peude generar una musa, o puede inspirar a la creacion de algo tan valioso y tan cargado tambien de tu historia personal, como estas piecitas curiosas de tangram que andan por las calles configurando nuevas articulaciones.
Es hermoso ver que las cosas se despliegan a mil sitios posibles, ser testigos de esa expansión es reconocernos en el otro y viceversa. gracias!! y espero que se vuelva a repetir la juntata!!
abrazo!
lu